En esta poesía-película, a partir de un poema de Emily Dickinson, la poeta reflexiona sobre su mortalidad. No le ha contado a su jardín su inminente muerte; no compartirá la noticia a la ligera con nadie, en ningún lugar, como si la muerte fuera un hecho único. La película se realizó utilizando un dispositivo de animación con pantalla de alfileres. La banda sonora consiste en improvisaciones de arpa inspiradas en el poema.