Tras el Golpe de estado en Chile en 1973, tres jóvenes adherentes al proyecto político del derrocado presidente Salvador Allende son tomados prisioneros y brutalmete torturados por el gobierno militar de Pinochet. En el campo de concentración de Isla Dawson, un lugar recóndito de la Patagonia chilena, comienzan la creación de la Cantata Nuestra Madre Grande. La composición de esta pieza musical los acompañará a lo largo de todo su presidio hasta que finalmente sale de la prisión al exilio en 1976. Tras 50 años, se llevará a cabo su estreno en la austral ciudad de Punta Arenas. La pieza musical será interpretada por un coro de jóvenes estudiantes de la Universidad de Magallanes, jóvenes de la misma edad de los autores en los obscuros años de la represión en Chile de los años 70’s.