PAZ VEGA

LA SEVILLANA QUE SE PASEABA POR FORMENTERA Y SE LANZÓ A LA CONQUISTA DE UN SUEÑO

Sevillana, dulce, y con talento, la biografía de Paz Vega es una montaña
rusa de sueños, éxitos y un ejemplar camino a la internacionalización.
Alcanzó el éxito en España y, tras unos años de mieles y buenos papeles,
se embarcó en busca del sueño de Hollywood. Con un Goya en su
palmarés, la actriz Paz Vega se ha convertido en una de las actrices
españolas más internacionales.
Paz Vega, o Paz Campos Trigo, nació en Sevilla un 2 de enero de 1976.
Para su carrera como actriz eligió el cuarto apellido de su abuela
materna (Vega). Se crió en un ambiente humilde, popular y religioso
-es una amante de la Feria de Abril y de la Semana Santa de Sevilla-. Su
madre era costurera y su padre banderillero -de ahí su relación con los
toros y la tauromaquia-.
En su haber tiene un Goya. Tres hijos, un matrimonio sólido y una carrera
constante recordada por su impresionante debut en “Lucía y el sexo” y
muchos títulos rodados tanto en España, Estados Unidos y mucho otros
países que resumen la biografía y filmografía de az Vega.
Lo de Paz Vega por la interpretación es vocación. Inició estudios de
Ciencias de la Información (Periodismo), pero en segundo de carrera
decide abandonar sus estudios para dedicarse a la interpretación y abrir
sus posibilidades en Madrid. Allí debutó en la serie de el Fary, “Menudo
es mi padre”.
A esta oportunidad le siguieron otros éxitos de los años noventa como
“Más que amigos y Compañeros”.
A pesar del éxito de la serie de adolescentes, la llamada para participar en
la serie “7 vidas” la catapultaría al estrellato español. Había participado
en roles secundarios en películas como “Sobreviviré” de Albacete y
Menkes, “Zapping” de Juan Manuel Chumilla o “Nadie conoce a nadie”
de Mateo Gil, todas realizadas en el año 1999.
Julio Medem, que buscaba una actriz dulce para su próxima película, le
concedió el papel de su vida en “Lucía y el sexo” (2001), largometraje por
el que fue nominada y premiada con el Goya a la mejor actriz revelación.
El éxito de “Lucía y el sexo “ se tradujo en nuevas oportunidades para
participar en películas de algunos de los mejores directores españoles
del siglo XX. Ese mismo año participa en “Solo mía” de Javier Balaguer.

 

Así, Paz Vega se convirtió en chica Almodóvar tras participar en “Hable
con ella” (2002 (Repetiría once años después en “Los amantes pasajeros”),
a la que siguió “El otro lado de la cama”, la película más taquillera de
2002.
Otro éxito en España fue “Carmen” (2003) de Vicente Aranda, filme que
le valdría la nominación como mejor actriz protagonista de los Premios
del Cine Europeo. También estuvo en “Los Borgia (2006) de Antonio
Hernández y “Teresa, el cuerpo de Cristo” de Ray Loriga (2007).
Después de unos años, en 2004 decidió dar el salto a Hollywood y
labrarse allí una carrera prometedora. Su debut tendría lugar con la
película “Spanglish” del ganador del Oscar James L. Brooks, junto al
cómico Adam Sandler.
A este filme le siguieron muchos otros en una carrera que se ha
mantenido muy active a través de los años. Después de su interpretación
en “Dame diez razones” (2006), el oscarizado Morgan Freeman, con
quien compartió reparto, elogió abiertamente su talento. Por igual ha
participado en “The Six Wives of Henry Lefay” (2009), acompañando a
Tim Allen “Matar al mensajero” de Michael Cuesta (2014), “Todos los
caminos llevan a Roma” (2015), junto a Sarah Jessica Parker, “Actos de
venganza” (2017) en la que compartía con su compatriota Antonio
Banderas.
Ocasionalmente, volvía a trabajar en el cine español en películas como
“La ignorancia de la sangre” de Manuel Gómez Pereira (2014), o ¡Ay, mi
madre! (2019) de Frank Ariza.
En el largo recorrido de su carrera, ha tenido participaciones en el
cine peruano en la que destaca “Ojos que no ven” (2003) de Francisco
Lombardi; En el cine mexicano con “El espectro” de Alfonso Pineda
(2013) y “La vida inmoral de la pareja ideal (2016) de Manolo Caro; En la
producción brasileña “El joven Paulo Coelho” (2013) de Daniel Augusto;
La vimos en el cine francés con “Novo” (2002) de Jean Pierre Limosin
o “Grace de Mónaco” (2014) de Olivier Dahan, junto a Nicole Kidman
y Tim Roth; También la recordamos en la irlandesa “Triage” (2009) del
oscarizado Danis Tanovic, con los maestros italianos Paolo y Vittorio
Taviani en “El destinio de Nunik” (2007) o la británica “Chasing wonders”
de Paul Meins (2020), compartiendo reparto con Antonio de la Torre y
Quim Gutierrez, entre otras películas internacionales.

 

El año 2018 supuso un punto de inflexión en su carrera como actriz: su participación en “MasterChef Celebrity”, le ha traído de regreso ante el público español. También ha participado en series de gran éxito como “El Continental”, emitida en TVE, Fugitiva”por igual en TVE, “Cuna de lobos” para Televisa o “Paquita Salas”, el boom de Netflix.

Otros proyectos internacionales han llamado a su puerta, como su aparición junto a Sylvester Stallone en “Rambo, last blood” (2019), la quinta película de la saga. En esta aventura hollywoodiense le acompañaron otros actores españoles como Óscar Jaenada (“Oro)” o Sergio Peris-Mencheta (“Los Borgia”). Recientemente, ha retornado al cine español con “El lodo” de Iñaki Sánchez Arrieta y “La casa del caracol” de Mararena Astorga y ambas del 2022 y en las dos películas españolas más taquilleras del 2021 y 2022: “A todo tren: destino Asturias” de Santiago Segura y su secuela “A todo tren 2: Sí les ha pasado otra vez” de Inés León.

 

El 2023 ha comenzado en grande con el estreno de la serie “Kaledioscope” producida por Netflix y nuevas películas películas por estrenar como “Emperor” de Lee Tamahori, junto al ganador del Oscar Adrian Brody y “Fireflies at El Mozote” junto a Mena Suvari.

La carrera de Paz Vega es todo un ejemplo de perseverancia y talento, llena de roles memorables que la han convertido en una de las actrices españolas más queridas, reconocidas e internacionales.

 

Es una actriz que ha sabido asumir grandes retos, desde aquellos tiempos en que recorría en su motoneta los caminos llenos de pedregales de la isla de Formentera, bajo un intenso sol mediterráneo con un faro de fondo, , ataviada con un brillante vestido rojo, con el pelo húmedo y un escote que desbordaba sensualidad. Era en aquel entonces un mundo cargado de ilusiones que presagiaba todo lo que tenia por delante y que de lo que era capaz. Su inmenso talento natural para el cine ha convertido su sueño en realidad. Es por ello que desde esta isla caribeña colocada en el mismo trayecto del sol, en el marco de la quinceava edición de nuestro Festival de Cine Global de Santo Domingo, queremos rendirle un merecidísimo homenaje a su carrera y extenderle un profuso aplauso.